A la ex-preñada (la madre) le han encantado y como era de suponer la madre prefirió guardar las galletas a comérselas...Yo no hubiera hecho lo mismo, pero en el fondo la entiendo.
Estos dos modelos son muy versátiles, pues se pueden personalizar simplemente cambiando los colores o las texturas, y son muy sencillos, sobre todo la toquilla, pues no necesita un cortador especifico como para el carrito.
Para la toquilla no hay olvidarse de hacerle el cuerpecito para que abulte bajo la capa de fondant que hace de toquilla, si no queda hundido y nada real. En este caso con un palillo de dientes le he marcado el calado del tejido, pero con las texturizadores se da un toque "mágico" que está muy chulo.
Os muestro algunos modelos más. Estos carritos fueron un encargo de mi prima, la cual me dijo:
- Necesito 3 galletas como detalle para regalar a una amiga que ha parido.
- ¿Es niño o niña?.
- No se, haz lo que tu veas...
Vaya, que me buscara la vida. Así que hice 3 carritos en beige cada uno diferente, así seguro que acertaba.
Y estas toquillas fueron para el bautizo de mi sobrino. Fueron las primeras que hice y a todos les gustó mucho. Seguro que fueron a parar a la vitrina más de uno.
Cuando regalo galletas siempre digo:
¡¡¡Qué la comida se come!!!! con una foto ya tiene el recuerdo!!!!
Pero si hubiera sido la primera galleta que veo así, también la hubiera guardado (aunque he de reconocer que al cabo de meses o años me la hubiera intentado comer, rancia y todo).
Espero les hayan gustado las ideas que les muestro, por supuesto, no son mías, yo también las vi de otros, pero les di mi toque personal, que es de lo que realmente se trata.
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