lunes, 26 de agosto de 2013

Galletas abanico para la Feria de Málaga





Qué calor!!! Es Agosto y en Málaga hay feria. Y que mejor manera de combatir el calor con algo frequito que llevarse a la boca, además del clásico abanico si no tienes cerca aire acondicionado o un ventilador.
Se me ocurrió hacer pequeñas galletas con forma de abanicos y probar diferentes opciones en decoración que me rondaban la cabeza, así como probar un aroma bastante original. SANDÍA!!!!
Si, si, sandía, lo vi y no me puede resistir. La verdad es que estando en la tienda sostenía en una mano el de sandía y en la otra el de melón, y al final me decidí por este último, el otro para otra ocasión.



El sabor es increíble, me recuerda a unos chicles que tomaba de pequeño en forma de melón o sandía, blandos por dentro y duros por fuera, creo que aun los venden. En una galleta es un sabor totalmente inesperado.
Y ya puestos decidir probar a colorear la masa de las galletas, había oído que era difícil, pero tenia que intentarlo. Solamente hay que teñir muy bien la masa una vez ha pasado por la nevera, y usar mucho colorante para que se aprecie bien el color, el tipo de colorante hace variar los resultados, los mejores son en pasta o gel. También el horneado es importante no se pueden cocer mucho, se usa la técnica del doble horneado, pero a mi proceso no me sale, así que si no cocemos mucho las galletas el resultado es aceptable.


La decoración como no, era relacionada con la feria, ¡¡¡arriba los lunares!!!
Tenia pendiente unir los dos mundos de la decoración de las galletas y ver las posibilidades, combinar glasé y fondant. También las hice de forma clásica con glasé, y para los lunares (topos) usar la técnica wet&wet, que es como mejor queda.
Para combinar el glasé y el fondant se me ocurrió hacer el cuerpo del abanico con fondant y los detalles (barillas y lunares) con glasé. El resultado lo podéis ver en la foto, ofrece muchas posibilidades y para trabajos que precisen rapidez van bien, pues nos ahorramos el paso de hacer la piscina y rellenarla.
En cuanto los sabores...base de galleta sabor sandía, glaseado del mismo sabor y fondant sabor limón. Para las de glaseado, el sabor fue limón y el glasé de menta...recordaba un poco al mojito.



 Los vestido de gitanilla se me ocurrieron despues. La historia real de los abanicos es que no tenia cortador especifico de abanico, asi que dandole vueltas de cabeza al tema recorde este cortador de vestido, le di la vuelta...y el vestido es ahora un abanico (tras cortar lo sobrante, claro). Tras cortar unos cuantos abanicos...no pude evitar hacer el vestido de gitana.




sábado, 3 de agosto de 2013

Galletas de moda. Texturizadores

Hace tiempo que no publico nada y que tampoco hago galletas, y todo es por el trabajo. Ser también enfermero puede ser un poco agotador sobretodo cuando estas pluriempleado, aunque sea por un periodo corto de tiempo, y sobre todo, porque no recordaba lo duras que se hacen las noches de trabajo en en el hospital. Si le sumamos un proyecto artístico... no quedan muchas horas al día y los descansos se centrar en disfrutar un poco del verano con la familia.
Hoy la cosa va de vestidos, pues siempre quedan resultones, las posibilidades creativas son infinitas, y si los reglas siempre quedas bien. Y si además tienes unos texturizadores...la cosa se complica, no por difícil, sino porque puedes volverte loco con el abanico de posibilidades. Yo he usado estos y son geniales, pueden parecer un poco caros pero me alegro de haberlos comprado.








Estos seis son los primeros vestidos que hice y como se ve, las texturas son preciosas por si solas. Este vestido que en origen es el vestido de Minnie Mouse, cambia por completo. Se que es evidente lo que digo, pero parte de la creatividad en general se basa probar y mezclar sin miedo, las ideas de unos y otros y las de uno mismo para crear cosas nuevas. Al final se convierte en un juego, un puzzle en el que las mayoría de las piezas se pueden unir sin problemas.
Un ejemplo practico de lo que digo es el siguiente, hice otros seis vestido, todos con el mismo color y la misma textura ¿la diferecia? los detalles, pues hasta el corte del vestido es el mismo, y todos se ven mas o menos diferentes.
Este tipo de trabajos me encanta, pues te obliga a desarrollar variaciones con muy pocos recursos, y asi de paso creamos nuevos detalles para poder aplicarlos en otras ocasiones.






Si nos ponemos ha pensar en hacer un grupo de galletas para regalar, una fiesta, etc. es preferible hacer las galletas todas iguales, solo un par de modelos o enfocarlo como en el segundo grupo de galletas.
La gran diferencia entre estos dos grupos de vestidos que os muestro es que el primero parece un muestrario muy desordenado, bonito pero caótico.
En el segundo parece una colección, la idea de grupo o conjunto es evidente, es elegante y además ofrece la posibilidad de fijarse en los detalles que hemos trabajo y que tanto nos ha costado colocar en cada vestido, en general gana en riqueza de detalle.
Con esto no quiero decir que los vestidos del primer grupo no tienen detalles fantásticos, pero si cogemos uno de ellos y nos dedicamos ha hacerle variaciones manteniendo una o varias características impresionaremos más que con un muestrario multicolor y multitexturas.


En este ultimo caso trate de que el nexo del grupo fueran los detalles, es decir las flores, pero el resultado es parecido al primero, ya que la temática es muy débil, al final vuelve a ser un muestrario sin ningún orden o coherencia.

Así que os recomiendo en primer lugar que hagáis uso de los texturizadores, harán que el fondant de tus galletas cambie por completo.
No tengáis miedo en hacer pruebas mezclando texturas y colores, siempre se puede quitar y poner otro trozo de fondant. Contra más pruebas mejor, así podréis ver por vosotros mismo que funciona mejor o que os gusta mas.
Los detalles son importantes, añaden riqueza al diseño de la galleta y marcarán la diferencia con cualquier galleta que se le pueda parecer. Cuando hacemos un grupo de galletas y no queremos hacerlas todas iguales, los detalles son la opción para crear variaciones sutiles sin romper el conjunto.

Un saludo y hasta otra.